Una de las principales consecuencias de fumar son las enfermedades pulmonares
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), es una de las diez primeras causas de muerte.
El director del Hospital General de Zona No. 11 del IMSS, Roberto Longinos Reyes Benavides, señala que además de las defunciones por EPOC, el tabaco es causante de un gran número de fallecimientos por cáncer pulmonar y broncogénico y se asocia también a otros, no tan comunes pero igualmente mortales, como el de tráquea, estómago, páncreas, tubo digestivo y lengua.
El especialista señala que la adicción al tabaco genera repercusiones impactantes, no solamente en la salud, sino también en la presencia física, tales como la aparición de arrugas a temprana edad, la caída de cabello, problemas dentales y trastornos en el sentido del gusto.
El 31 de mayo se celebra "Día Mundial Sin Tabaco", y a la par de las advertencias médicas, el Seguro Social intensifica sus acciones de prevención a través de pláticas, talleres y conferencias, en escuelas primarias y secundarias, esto para concientizar a los niños y jóvenes de las desventajas de fumar.
Dentro de las advertencias, se encuentra precisamente la aparición de enfermedades como la EPOC que abarca tanto la bronquitis crónica (inflamación crónica de los bronquios), como el enfisema pulmonar (pérdida de la elasticidad pulmonar que impide la absorción del oxígeno).
Este padecimiento se caracteriza por la existencia de una obstrucción irreversible de las vías aéreas cuyo origen es, principalmente, por el humo del tabaco y provoca un deterioro considerable en la calidad de vida de las personas.
De cada diez pacientes que arriban a servicios médicos del IMSS, con enfermedad pulmonar, siete son por causa del tabaco, el resto se debe a factores como haber cocinado con leña, exposición a algún tipo de polvo, humo y/o vapores irritantes, señala el doctor.
Los principales síntomas de la EPOC son: fatiga, dificultad para respirar, tos con o sin flema, infecciones respiratorias y sibilancias. Estos se presentan lentamente y es posible que algunas personas no sepan que tienen la enfermedad, señala el médico quien añade que el aspecto más importante del tratamiento es eliminar, del paciente, el factor causante que en la mayoría de los casos, es el tabaco.
El Día Mundial Sin Tabaco, es una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, que data de 1987, con el objetivo de recordar los grandes perjuicios que acarrea el tabaco para la sociedad, tal como faringitis, laringitis, sinusitis, otitis, trastornos de la vista, úlceras, osteoporosis, disminución de la fertilidad, climaterio precoz en la mujer, e impotencia en los hombres.
Decía Hipócrates: “El aire puro es el primer alimento y el primer medicamento”. Como alimento, el aire puro abastece la mayoría de nuestras necesidades fisiológicas, de tal modo que en el campo, en el bosque, en la montaña o a orillas del mar, se puede vivir principalmente de aire y secundariamente de alimentos destinados al estómago. Esto se puede ver en la frugalidad de los campesinos que, a pesar de sus rudas labores y enérgico desgaste físico, viven sanos con tortillas y frijoles.
Están por todos lados: la dieta mágica a base de nabos, cómo conseguir pareja según los astros, ocho de cada diez odontólogos recomendando la pasta más blanca, la física cuántica como rectora de nuestro destino. Está bien: a veces -muchas veces - resulta muy sencillo identificar las afirmaciones pseudocientíficas, aquellas que son, en general, una absoluta chantada, pero se las disfraza de investigaciones serias (con nombres de doctores y universidades incluidos) para que tengan cierta pátina de credibilidad. Pero otras veces no es tan así, y se nos presentan datos, estadísticas, palabras difíciles que nos generan dudas, intrigas que nos atacan desde las pantallas de internet o, por qué no, desde los mismos diarios y revistas que usamos para informarnos. ¿Cómo decidir a quién prestarle atención, qué emisario que habla en nombre de la ciencia merece nuestra credibilidad?
Dormir bien es fundamental para la salud: no hacerlo puede aumentar las probabilidades de tener fallos cardíacos, hipertensión e, incluso, diabetes. Además, según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, dormir poco hace que nuestro cerebro no funcione como debe, provocando dificultades en la toma de decisiones y en la comprensión.