Admítelo: Tienes una parte buena y una parte mala, un YO bueno y un YO malo. Los dos habitan dentro de ti, no van a desaparecer. Por más que te esfuerzes duramente en ser bueno, algo de lo malo aparecerá y arruinará todos tus planes de un YO BUENO IDEAL. Condenados al fracaso, ¿Cómo hacer para tolerar lo malo que somos?
CONVIVIENDO CON EL ENEMIGO
El yo malo son los aspectos rechazados de ti mismo, desde la perspectiva de tu yo ideal. El yo bueno no es tu yo ideal, son los aspectos noblemente buenos dentro de ti, lo que has aprendido a lo largo de tu vida. Son el capital de tus experiencias positivas, lo que se ha sedimentado tras haber aprendido de cada error y vuelta levantarse. El yo ideal funciona como una proyección del yo bueno magnificada por tu superego.
El superego son las figuras paternales interiorizadas, aquellas voces investidas de autoridad que hemos internalizado dentro de nosotros mismos, hasta convertirlas en un portavoz de nuestros deseos. Una vez enquistadas dentro de nuestra mente, comienzan a hablar por si solas. Y una vez que forman pensamientos, desencadenan conductas y sentimientos que pueden ir en contra nuestro (ansiedad, tristeza, etc).
¿CÓMO AMIGAR NUESTROS EGOS?
Siendo JUSTO con cada uno. No le restes importancia a tu yo malo pensando que de esa manera estarás mejor; de hecho, todo lo contrario sucederá. Experimentaras pozos profundos de angustia si intentas esconder a tu yo malo por largos periodos de tiempo. Debes dedicarle la misma atención que le dedicas a tu yo bueno. Debes escuchar a los dos. Tienes que ser lo más justo posible con el tiempo que le dedicas a cada uno de ellos.
En el caso de tu superego y yo ideal el acceso vía la consciencia no es del todo posible. Estas formaciones psiquicas se hunden en un terreno insconciente. Sin embargo, tienen posibilidad de irrumpir a la consciencia y anoticiarnos de su existencia. Por lo general irrumpen comandando ciertas acciones repetitivas de tu yo malo que te fastidian. Son el tipo de acciones autoboicot por las que consultarias a un psicologo. Las que te dejan impotentes "NO PUEDO DEJAR de HACER o SENTIR esto".
Se que no es facil admitirlo y aceptarlo, pero no te queda otra alternativa, porque por más que no lo aceptes, tus aspectos negativos nunca desapareceran. Tu superego es el que es y la formacion de tu yo ideal estara alumbrandote como un espejo cada vez que te observes y te evalues. Quizas si probases juzgarte menos a ti mismo, te perdonases mas seguido y te quisieras tal como eres el asunto estaria resuelto.
Párrafos seleccionados de Diana S. Rabinovich: “La Experiencia de satisfacción en su articulación con el mas allá del principio del placer en los Seminarios II y VII”, en Puntuaciones freudianas de Lacan: Acerca de Mas allá del principio de placer. Compiladores: J.C. Cosentino y D.S. Rabinovich. Ed. Manantial, Buenos Aires, 1992.
Se asevera en términos de estrategia que un paso para vencer al enemigo es conocerlo. Aunque que nuestro enemigo no tiene que ser necesariamente la angustia como tal (ya que no deja de ser una emoción normal y necesaria), sí que nos plantearemos evitar un exceso perjudicial e innecesario de malestar, conociendo de qué forma y porqué razones se dispara su presencia, que pensamientos, sentimientos y sensaciones físicas han surgido en la situación generadora.